"Desde muy chica, en mi casa, el flamenco estaba presente", recuerda Florencia Campano al hablar de sus primeros pasos en este arte. Creció en un hogar donde la música y el baile eran protagonistas: "Mi abuelo era andaluz y mi madre bailaba desde los tres años. En las reuniones familiares había sevillanas, fandangos, chamamé… Mi hermana y yo nos nutríamos de toda esta cultura". Esta mezcla de tradiciones andaluzas y argentinas marcó profundamente su camino: "Tuve la suerte de criarme con mis abuelos maternos. Mi abuela era entrerriana, y esto me dio una perspectiva rica y diversa sobre el arte y la expresión", relata Florencia en una entrevista con Radio C, por Petroleros Jerárquicos Radio (106.1 MHz).
Mar de Jondo: un rincón flamenco en Comodoro
Hoy, Florencia dirige Mar de Jondo, una escuela que ella misma define como "flamenco patagónico". Ubicada en Avenida Alsina 66, Comodoro Rivadavia, el lugar se encuentra a pocos pasos del mar. "Desde la escuela podemos ver el mar perfectamente. Somos los flamencos de la Patagonia, ¡ole!", exclama con entusiasmo.La escuela no solo ofrece clases de baile, sino también una experiencia cultural única. Florencia destaca la importancia de los tablados, espacios tradicionales donde el flamenco cobra vida: "El tablado combina baile, cante y guitarra en un lenguaje improvisado. Es algo único e irrepetible. Lo que ocurre en escena esa noche no será igual en la siguiente función".
El flamenco como identidad y expresión
Para Florencia, el flamenco no es solo un arte, sino una forma de vida. "El flamenco es una expresión de un sentir, una identidad, la unión de diversas culturas", explica. Destaca que, a diferencia de otras danzas, el flamenco no busca la perfección técnica, sino la conexión emocional: "Al ser improvisado, surge mucho la personalidad y lo que uno quiere contar con la historia que está bailando". Además, subraya que el flamenco desarrolla habilidades valiosas: "El baile te da elegancia, seguridad y autoestima. Es una herramienta que trasciende el escenario".
Florencia se muestra emocionada por el crecimiento de Mar de Jondo. "Llegué a Comodoro hace dos años, y desde entonces trabajé para que este sueño saliera a la luz. Abrir espacios culturales es una forma de devolverle amor a mi ciudad", dice con orgullo. La escuela ofrece cursos para todas las edades, desde niños hasta adultos, y también masterclasses. "Ya estamos anunciando los cursos de verano. Quedan pocos cupos, pero aún hay lugar para quienes quieran sumarse", comenta, invitando a seguir las redes de la escuela: @MarDeJondo.Campano también destaca la importancia de llevar el flamenco a espacios como el Teatro Español, donde participó en espectáculos que emocionaron al público. “Es un lugar espectacular que genera una cercanía única. Como comodorense, me enorgullece mucho”.
Una invitación a vivir el flamenco
Para cerrar, Florencia invita a todos a experimentar el flamenco en su máxima expresión: "Guste o no, es algo que hay que vivir. Es una experiencia que te conecta con el presente y con las emociones. Más allá de los pasos, es un lenguaje que está vivo y es profundamente humano".Con pasión y dedicación, Florencia Campano no solo baila flamenco, sino que lo vive y lo transmite. Su escuela, Mar de Jondo, es un puente entre culturas, un espacio de encuentro y una celebración de la identidad patagónica y flamenca.