La mamá del policía detenido afirma que le tendieron una trampa

Angélica Hueche sostiene que el cabo Imanol Castillo está pagando las consecuencias de su paso por la alcaidía, donde no habría aceptado sumarse a supuestas irregularidades que allí tendrían lugar. “¿De dónde va a sacar información si no estaba trabajando?”, se preguntó.

Angélica Victoria Hueche es la madre del cabo Imanol Castillo (25 años), detenido el miércoles en el marco de los operativos realizados para desbaratar una banda que se dedicaba al narcomenudeo en Comodoro y a cuyo cabecilla se lo conoce como “el Bandolero”.

“No es cierto lo que se está diciendo de mi hijo. Esto viene de hace mucho tiempo; no es de ahora. La policía lo persigue desde que estuvo en la alcaidía”, señaló este jueves la mujer, en declaraciones a Radiovisión.

Allí contó que su hijo ingresó a la Policía hace seis años, cuando tenía 19, y que prestó servicios en Camarones; en la Seccional Sexta; en la subcomisaría de las 1008 y en la alcaidía, donde habrían comenzado sus problemas internos.

“Al principio él se lo tomaba como que la policía es así. No lo defiendo, pero él es ‘amiguero’ y nunca dejó de ver a sus amigos, aún a los que estuvieron detenidos. Yo sé cómo son las cosas porque él vivía conmigo y se enteró de cosas internas que me contaba. Además, yo fui mujer de un policía”, señaló Hueche.

EN LA ALCAIDIA

La madre del policía detenido afirma que los problemas del cabo comenzaron cuando estaba en la alcaidía, aunque al principio “hacían requisas, encontraban celulares y a él lo felicitaban y le daban días de franco”.

En este contexto, narró que “un día apareció con carne y pollo y me dijo que en la alcaidía se reparte cuando llega el camión. El cocinero separa y le da un pedazo a cada uno y con eso además hacían las ‘festicholas’ los viernes, cuando el más nuevito quedaba en la guardia para despertar a todos. Yo le dije ‘acá no traigas nada; esto no me gusta. No me interesa que todos hagan lo mismo; que sean sinvergüenzas’. No apareció nunca más con nada y había pruebas, pero le rompieron el celular”.

Agregó que “un día me cuenta que uno de ahí adentro le ofreció plata si dejaba pasar un celular. El no lo alcanzó a pasar porque lo mandaron al frente; estaba todo arreglado. Querían involucrarlo en algo. Adentro de la alcaidía hay de todo. ¿Por qué no se van los que hace años están ahí? Pueden pasar lo que quieran; tienen sus negocios. Mi hijo era un carismático y adentro de la policía lo hicieron mierda”.

CON PSICOLOGA Y ABOGADO

Hueche contó que luego “el jefe de la alcaidía lo mandó a la Unidad Regional y lo tenían de un lado a otro. Llegaba deprimido y empezó a fumar ‘porro’. Estaba con tratamiento psicológico y no fue el único. Cuando un policía nuevo descubre lo que pasa ahí adentro, le arman una causa. A él lo persiguieron y él declaro que fumaba. Le pedimos con su papá que se fuera de la policía”.

Fue entonces que comenzó a ver a una psicóloga y contrató a un abogado, mientras en paralelo hacía los trámites en la ART para pedir licencia. En eso estaba cuando fue detenido, imputado de filtrar información sensible al cabecilla de una banda de narcotraficantes.

“Yo sé que es mentira y quiero que salga a la luz y que investiguen todo; que la Policía se ponga a trabajar en serio. Quiero que la verdad salga a la luz. Esto de la banda de Buenos Aires justo cae cuando él sigue yendo a la psicóloga; presentó los papeles en la ART y tiene abogado. Yo sé cómo hacen; cómo se manejan. No los puedo identificar porque tienen familia y me duele en el alma. Mentira que es una familia la policía. Lamentablemente ahí el más boludo cae y si descubriste algo, peor todavía”, acotó Hueche.

DENUNCIAS EN FISCALIA

La mujer considera que su hijo es “un problema para la policía desde que pidió licencia psicológica y presento todo. Quiero saber por qué ahora termina involucrado con esta banda de Buenos Aires. Espero que me llame algún fiscal, que investigue. No me hagan reír los jefes que dicen es algo triste para la policía. Mi hijo nunca se hizo la víctima; pasó de ‘buenudo’ a boludo. ¿De dónde va a sacar información si no estaba trabajando? Estaba cuidando a su papa que está enfermo”.

Hueche concluyó que “voy a apoyar a mi hijo y si tiene algo que pagar, que se haga cargo de sus cosas. Pero a los jefes que dicen que mi hijo es una vergüenza, les digo que miren un poco más adentro y hagan los cambios. Se tapan cuando hay plata en el medio. Si hasta en Garayalde hacían negocios vendiendo las cosas de los autos volcados”.

La mujer también contó que recibió amenazas anónimas desde que su hijo hizo pública su situación, luego de los enfrentamientos en las 1008 Viviendas cuando fue visto conversando con otro hombre que luego participaría de un enfrentamiento armado.

“Fui a Fiscalía a hacer una denuncia. Me dijeron que iban a peritarme el teléfono y nunca vinieron. Supuestamente me iba a atender el fiscal (Marcelo) Crettón, pero me atendían mujeres en el pasillo y ahí quedo todo. Mañana a mí me pasa algo y le van a echar la culpa a los chorros”, concluyó.

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