Elías Antonio Julián, cariñosamente conocido por todos como don "Coco", un hombre de 80 años con una larga trayectoria comercial en la comunidad, se convirtió en víctima de un asalto brutal en su propia casa, ubicada estratégicamente en la Avenida Belgrano, entre Alberdi y Saavedra.
La vecina y amiga de don Julián, Norma Quiróz, relató conmovida y angustiada a LMNeuquén los detalles escalofriantes del ataque que sufrió el anciano, un hecho que puso en grave riesgo su integridad física y su vida. Según su testimonio, dos individuos irrumpieron en la vivienda con el objetivo de sustraer dinero y objetos de valor, mientras un tercero aparentemente actuaba como campana en la calle.
"El abuelo contó que le tocaron la puerta pasadas las 19 horas. Lo llamaron por su nombre y él abrió confiado porque esperaba una visita", explicó Norma, visiblemente afectada. "Al abrir, lo redujeron de un golpe en el ojo y, una vez en el suelo, lo patearon repetidamente. Apagaron la luz, le pusieron un cuchillo en las costillas y lo amenazaron con cortarlo si no revelaba dónde guardaba el dinero". En un acto de sorprendente entereza en medio del horror, don Julián incluso se atrevió a preguntar a sus agresores por qué robaban, recibiendo como respuesta una insólita justificación ligada a la falta de oportunidades laborales.
La pesadilla para don "Coco" se hizo evidente cuando logró comunicarse telefónicamente con su vecino, alertándolo de la situación y pidiendo auxilio tras quedar tendido en el suelo. Inmediatamente, su esposo dio aviso a la policía, siendo las 20:23. Los delincuentes, en su afán por evitar una pronta reacción, se llevaron todas las llaves del domicilio.
Al llegar al lugar, los efectivos policiales de la Comisaría 27 debieron ingresar por una ventana para asistir al abuelo, quien se encontraba visiblemente golpeado y en estado de shock. La propia Norma y otros vecinos brindaron contención a don Julián, mientras se alertaba a sus familiares residentes en Zapala y se solicitaba asistencia médica urgente.
El audaz robo no solo se produjo en un horario de alta circulación en pleno centro comercial, sino que también tuvo lugar a escasos metros de la Comisaría 27 y en diagonal al salón municipal, donde se desarrollaba un evento cultural con numerosa concurrencia. Esta circunstancia, sumada a la extrema violencia empleada por los asaltantes – quienes según testimonios portaban armas – ha generado una profunda preocupación y debate en la comunidad local sobre la seguridad existente.
En cuanto al botín, Norma detalló con pesar que los ladrones se llevaron "dos billeteras: una con documentación de gran valor sentimental de su padre y otra con su DNI, tarjetas y, lo más doloroso, el dinero de sus ahorros".
La brutalidad del ataque dejó a don Julián con graves lesiones físicas. "Además del golpe en la cara, lo golpearon con su propio bastón y lo arrastraron de los pies por toda la casa, golpeándole la cabeza varias veces debido a los desniveles del piso. Es un milagro que esté vivo", lamentó Norma, visiblemente afectada por el ensañamiento contra su vecino.
Personal de la Comisaría 27 y la División Criminalística se hicieron cargo de la investigación en el domicilio de don Julián, aunque se excusaron de brindar información para no entorpecer las diligencias en curso.