El mundo del fútbol argentino y mundial está de luto al conocerse el fallecimiento del exarquero Hugo Orlando Gatti, conocido cariñosamente como ’El Loco’, que hacía algunos meses venía peleando por su vida.
Gatti había sido hospitalizado en febrero luego de sufrir una caída mientras paseaba a su perro, lo que derivó en una cirugía de cadera y empeoró las cosas. Sin bien la intervención fue exitosa, posteriormente surgieron complicaciones respiratorias. Esto obligó a que deba ingresar en terapia intensiva debido a un cuadro de neumonía bilateral y una leve insuficiencia renal.
Hace unos días, su estado empeoró y fue sometido a una traqueotomía, en el Hospital Pirovano de Buenos Aires, donde permanecía internado desde hacía más de 60 días.
Nacido en 19 de agosto de 1944 en Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires, Gatti comenzó su carrera profesional en 1962 en el Club Atlético Atlanta. Ya en sus primeros pasos mostró un estilo atrevido y poco convencional, que lo llevó a convertirse en un pionero en el uso de los pies y en salir del área para cortar jugadas, algo inusual en aquella época.
A lo largo de su carrera, Gatti defendió los colores de clubes históricos como River Plate, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Unión de Santa Fe y, por supuesto Boca Juniors, donde alcanzó la cúspide de su carrera.
Con el equipo ’xeneize’ disputó 548 partidos y conquistó títulos memorables, incluyendo dos Copas Libertadores (1977 y 1978) y una Copa Intercontinental (1977). Además ostenta el récord de mayor cantidad de partidos jugados en Primera división argentina, con 765 apariciones y comparte el récord de penales atajados (26) con Ubaldo Fillol.
Su personalidad extravagante y su habilidad para generar espectáculo dentro y fuera de la cancha le valieron el apodo de ’El Loco’. Gatti no solo era un aquero, sino un showman que entendía el fútbol como un arte. Su rivalidad con Fillol, marcada por un ’duelo de estilos’, será recordada como una de las más emblemáticas del fútbol argentino.
Tras su retiro en 1988, Gatti continuó ligado al fútbol como comentarista y analista, llevando su pasión y conocimiento a las pantallas de televisión en Argentina y en España. Su legado trasciende generaciones, inspirando a arqueros y también a fanáticos del deporte por igual.
Hugo Orlando Gatti no solo será recordado como un arquero excepcional, sino como un símbolo de autenticidad y amor por el fútbol. Su partida dejará un vacío en el corazón de quienes lo admiraron, pero su espíritu vivirá eternamente en cada atajada, en cada risa y en cada historia que dejó a su paso.