El pasado sábado a las 17 horas, un grupo de vecinos de Camarones se manifestaron en el marco de la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista. Eran quince personas concentradas en el paseo costero de la localidad. Sin embargo, a pocos minutos de arribar los sorprendió ver que dos efectivos de Prefectura los estaban vigilando. Esa fuerza depende del Ministerio de Seguridad de la Nación; es decir de Patricia Bullrich.
“Desde el momento en que nos reunimos los vimos detrás de los tamariscos. Al principio no nos dimos cuenta de que nos espiaban a nosotros y hasta bromeábamos con que era la primera vez que veíamos a Prefectura caminando por la costa”, detalló a Jornada Graciela Fernández, una de las manifestantes, quien trabaja como guía de turismo y auxiliar de apoyo a la inclusión en la escuela secundaria.
Fue recién cuando sacaron las cámaras que se dieron cuenta que los estaban observando a ellos. “Empezaron a grabar y tomar fotos. Estuvieron aproximadamente una hora ahí. Subían a la camioneta, después volvían, caminaban cien metros por delante nuestro y después por atrás”, relató.
En un momento, una de las manifestantes se acercó a ellos para consultarles por qué los estaban filmando. “Tranquilos, son cosas nuestras”, dicen que les respondieron.
“Con eso que nos dijeron, varios compañeros y yo también nos pusimos bastante nerviosos, entonces medio en chiste y medio en serio les pregunté si estaban aprovechando a que salga el mar de fondo también y me respondieron que sí. Yo ahí estiré mi remera para que la vean bien y les pregunté si entendían lo que era: era un dibujo hecho con flores de un pañuelo de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que lo uso siempre. Ese era el único símbolo que había en toda la manifestación, todo lo demás éramos personas tomando mates”, añadió Graciela.
Pese a lo “nerviosos, asustados y enojados” que estaban, en conjunto decidieron no hacer nada en ese momento, pero algunos de ellos aseguraron que intentarían reunirse con quien esté a cargo de la PNA en Camarones.
Tratando de encontrarle una explicación a este accionar, Graciela aseguró que para ella no fue coincidencia lo que pasó porque “en quince años que vivo en Camarones jamás vi patrullar a la PNA porque todo lo que sucede en la costa lo interviene la Policía provincial. Fue inédito y por eso estamos doblemente alertados quienes estuvimos en esa ronda”, confesó.
Fuente: Jornada