En los tiempos en que Franz Jalics y otro sacerdote jesuita, Orlando Yorio, fueron secuestrados en la villa en la cual trabajaban en Buenos Aires, Jorge Bergoglio era la máxima autoridad de la Compañía de Jesús en Argentina.
Si bien no trascendió el contenido de la charla mantenida por Jalics con el Papa Francisco, en declaraciones previas, el misionero jesuita había despejado las dudas sobre la actuación de Bergoglio en su caso: "Antes, creía que habíamos sido víctimas de una denuncia. Pero a finales de los años 1990, tras varias discusiones, me di cuenta de que esa sospecha era injustificada". "Orlando Yorio y yo no fuimos denunciados por Bergoglio", sentenció según publica hoy Infobae.
No trascendió el contenido de la charla que mantuvieron Franz Jalics y el sumo pontifice. Foto: Infobae. |
Por otra parte, se acaba de publicar en Ialia un libro –La lista de Bergoglio, de Nello Scavo- que recoge testimonios de varias personas que el Papa protegió y ayudó a salir del país durante la dictadura. Allí se explica que Bergoglio armó una red clandestina para albergar a sacerdotes y laicos perseguidos, sirviéndose de la infraestructura y contactos de la Compañía de Jesús.
La acusación de complicidad con la dictadura fue ampliamente promovida por el diario Página 12 y alcanzó su mayor pico de difusión en 2005, cuando el nombre de Jorge Bergoglio circulaba como papable. En aquel momento, todos los cardenales electores recibieron un mail que reproducía el contenido de los artículos publicados por el periódico.
Años más tarde, en 2010, Bergoglio debió declarar como testigo en un juicio contra militares por los hechos de aquellos años y su inocencia quedó demostrada. Aún así, nuevamente circularon las acusaciones antes del último cónclave, pero esta vez con menor intensidad, tal vez por el hecho de que la candidatura del cardenal argentino aparecía como desdibujada.
Una vez electo Bergoglio, el diario volvió a publicar las acusaciones, obligando al vocero del Vaticano a replicarlas. Fue entonces cuando Jalics finalmente habló y dijo lo que se reproduce más arriba.
Franz Jalics había sido secuestrado por la Marina junto a otro misionero jesuita, Orlando Yorio, en marzo 1976 y llevado al centro de torturas que funcionaba en la Escuela de Mecánica de a Armada. Ambos sacerdotes fueron liberados luego de cinco meses de cautiverio ilegal, durante el cual fueron torturados. Hoy ha quedado claro que no sólo Bergolgio no los denunció sino que fue por su intervención que fueron liberados. Como titular de los jesuitas, se entrevistó en varias oportunidades, tanto con Jorge Videla como con Eduard Massera, ante quienes reclamó la liberación de los dos sacerdotes. Yorio falleció en agosto del año 2000. Jalics, hoy octogenario, reside en Alemania.