Con esta herramienta institucional –se argumentó-, se busca proteger puestos de trabajo e ingresos por regalías ante la decisión de YPF de retirarse de los yacimientos maduros de la provincia para enfocar su producción en Vaca Muerta.
La norma permitirá al gobierno intervenir en la actividad petrolera y tomar medidas para sostener la producción.
El proyecto del oficialismo, con modificaciones propuestas por los otros bloques parlamentarios, fue aprobado de manera unánime convirtiéndose en ley que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2025, con posibilidad de prórroga.
De esta manera, se establece un régimen de incentivos fiscales para las empresas que inviertan en la exploración y explotación de hidrocarburos en áreas maduras de la provincia, incluyendo la reducción de impuestos y regalías, con el compromiso de mantener la actividad y sostener los puestos de trabajo del sector.
Sin embargo, estos beneficios no se otorgarán de forma inmediata sino que estarán condicionados a la presentación y cumplimiento de un plan de trabajo que deberá ser presentado por parte de las operadoras.
Además, se establece un régimen laboral diferencial para los pozos de cuencas maduras, en el que participarán las cámaras del sector y sindicatos, a fin de garantizar estabilidad laboral durante el período de emergencia e implementar programas de capacitación.
El Ministerio de Trabajo será la autoridad de aplicación que deberá garantizar el efectivo cumplimiento de la Ley N° 3.117 (de hidrocarburos) y demás normativas vigentes relacionadas con la responsabilidad sobre los pasivos ambientales y las inversiones comprometidas, como así también con las obligaciones laborales.
A modo de conclusión, los legisladores de los distintos bloques parlamentarios celebraron el diálogo y la búsqueda de consensos entre las diferentes fuerzas políticas que componen la Legislatura Provincial, lo cual permitió la aprobación de esta herramienta, considerada “fundamental” para el Poder Ejecutivo Provincial con el objetivo de proteger y defender los intereses de los santacruceños.
Fuente: Nuevo Día