El domingo 5 de enero, un turista y un grupo de guardavidas se enfrentaron a las piñas luego de una violenta discusión que se generó en Playa Unión. Tras el hecho, el cual quedó registrado en un video que rápidamente se volvió viral, los guardavidas fueron desafectados y el hombre agredido relató los comentarios discriminatorios que recibió para que saliera del mar.
Guillermo tiene 60 años y desde que ocurrieron los hechos, sus días estuvieron marcados por el dolor, la angustia y el apoyo de su familia. El hombre explicó que estaba junto a su esposa tomando unos mates y que fue ella quien le sugirió que se metiera al mar para refrescarse. “Me bañé durante 30 minutos, el agua me llegaba al pecho. Había un montón de personas, entre chicos y grandes, y de repente escuché un silbato”, contó.
Como la zona en la que permanecía era segura, Guillermo no atinó a darse vuelta porque pensó que el llamado de atención era para otro turista. “De repente escuché el silbato por segunda vez y me toqué el pecho, como preguntándole si era para mí. El guardavidas asintió con la cabeza. Salí y apenas llegué a la orilla, me dijo: ‘Escuchá, gordo pelotudo de mierda. Te estoy llamando, no te podés meter ahí adentro’. Le pregunté por qué no podía bañarme y me respondió que era un gordo impresentable, que si me llegaba a ahogar ahí no me sacaba nadie”, expresó Guillermo.
Su testimonio condice con lo relatado por Erika, su hija, quien precisó que uno de los guardavidas llegó a decirle: “Gordo impresentable, te chupás todo el mar. Si te ahogás, no te podemos salvar”.
“Le pregunté dónde había un cartel que dijera que estaba prohibido bañarse, cuando adentro del mar había otras 200 personas haciendo lo mismo. Y siguió con los insultos y los agravios. Y después llamó a un encargado que me dijo que iba a llamar a la policía. Le respondí que lo hiciera, que yo no estaba cometiendo ningún delito. Y me respondió: ‘Vos tenés que salir porque sos semejante gordo y te tenemos que sacar con una grúa’”.
Guillermo indicó que a medida que se acercaban más guardavidas los insultos crecían: “Que soy un viejo choto, obeso y que no tengo nada que hacer ahí adentro”, detalló el hombre que actualmente pesa 140 kilos: “Hace más de 20 años que estoy peleando con la obesidad. Me hice una manga gástrica y no me dio resultados”.
Tras responderles e insultarlos a los guardavidas, la situación escaló y, tal como se observó en uno de los videos, comenzaron a agredirlo. “El encargado me pegó en la cabeza. Me agarraron de los pies y me pegaron patadas en el piso. Después llegaron mi hija y mi esposa y los sacaron de encima. Ellas me llevaron todo ensangrentado al auto”, narró.
El hombre explicó que en Playa Unión no pudieron atenderlo y que manejó hasta Rawson para que lo curaran en un hospital. Con la presión alta, Guillermo permaneció varias horas en observación hasta que lograron estabilizarlo. Luego, junto a su familia, viajó a Trelew para radicar la denuncia policial contra el personal de la playa, dependiente del municipio.
“A las 22 de ese día tuve que ir de vuelta al hospital de Trelew, ciudad en la que vivo, por el golpe en la rodilla. Actualmente sigo con hipertensión, tengo todo el cuerpo moretoneado y con inflamaciones”, agregó el bañista.
LAS REDES DEL ODIO
Guillermo especificó que, luego de la violenta situación que le tocó vivir, tuvo que lidiar con los comentarios y las opiniones que leyó en las redes: “Vengo peleando hace tiempo con mi obesidad. Me da vergüenza salir a la calle. Yo llegué a pesar casi 170 kilos, y lugar al que voy me discriminan. No quiero salir a la calle; por eso me trastorna”.
“Se me ríen en la cara y me da vergüenza. Mis hijas me piden que no le dé importancia, ni a los comentarios ni a los memes, pero internamente me hacen sentir mal. Fue muy feo pasar por esta situación, pero por suerte tengo el apoyo de toda mi familia”, completó.
Tras el hecho, los guardavidas implicados en la agresión fueron despedidos.
“Estamos enojados porque el intendente solamente desafectó a dos cuando deberían haber sido cuatro. La justificación es que los otros agresores no tienen tanta culpabilidad”, explicó Erika a TN.
La joven indicó que su papá “todavía tiene en la espalda marcada la radio del guardavida que lo golpeó” y que los médicos aún no logran normalizar su presión arterial. “A partir de ese momento pasamos a tomar acciones legales por la falta de cumplimiento del intendente”, concluyó Erika.