En la última jornada del debate oral y público de la causa que se conoció como “Ñoquis Calientes” pidieron hablar ante el Tribunal la ex funcionaria, María Cecilia Torres Otarola, y Silvana Cañumil. Luego llegaron los alegatos del fiscal y los defensores.
Torres Otarola habló por casi una hora y media. Recordó sus primeros pasos en política cuando conoció a Mario Das Neves y luego las circunstancias por las cuales empezó a trabajar con varias de las personas que terminaron formando parte de la denuncia.
Inició su descargo con Pamela Matamala, quien llegó a su despacho en la Legislatura “por la denuncia al intendente Owen y la dejé estar en mi casa. Pamela mintió en todo”, aseguró en relación a su testimonio. “Parecía que Fiscalía le dio un libreto y le dio que lo aprendiera. Matamala no puede ser tan ingrata, le salí de garante del departamento donde vivía y hasta le di muebles que hice yo misma. Hoy, después de ver a la calaña de persona que ayudé, tengo que pedirle disculpas a Dante Owen y su señora”.
También “tengo que pedir disculpas a la familia Das Neves porque mi ex marido (Masardi) usaba mis redes para escribir cosas horrorosas sobre Das Neves y se enojaron mucho y con justa razón”.
Según la exfuncionaria, “Fiscalía se fue de mambo estos 4 años. Yo no tendría que haberme callado estos 4 años, se escuchó una sola moneda. No es justo que la Justicia crezca sobre los hombros de Torres Otarola”.
Acá “se les olvidó la Ley Micaela, la perspectiva de género, hubo maltrato, abuso, hostigamiento, violaciones que se podían haber evitado; estaríamos acá, pero en forma distinta. Al fiscal no le importó apretar a Silvana contra el baño de mi casa para que le diga una verdad que buscaba, para ser el paladín de la Justicia”.
Aseguró que “las extracciones de dinero del cajero están todas seguidas y eran para hacer actividades que se concretaron. Las actividades eran para que crezcamos todos, como pasó con la hermana de Sandoval que entró a trabajar en el Ministerio”.
Sobre lo realizado por Martín Sandoval, quien la denuncia en primer término, calificó de “no tiene nombre. Tenía una relación con él que sabía no iba a prosperar, pero ese tiempo conmigo lo aprovechó. Él quería sacar provecho y le molestaba gente como Silvana que me cuidaba la espalda”.
“Todos estaban en la fotito conmigo, todos aportábamos, estaba todo consensuado, no hubo aprietes. Fue voluntario y todos tenían beneficios. Los más beneficiados del trabajo eran los que estaban en las listas; Arcioni y Sastre”.
CALIFICO A ARCIONI DE “JUDAS”
En su extenso testimonio también se refirió a lo expresado por el exgobernador Mariano Arcioni en el juicio que, “al estilo de Judas, no recuerda. Tendríamos que preguntarle si recuerda que fue gobernador. Yo sí recuerdo que nos reunimos en Casa del Chubut, que íbamos a abrir las oficinas”.
“Arcioni desconoció a Mosqueira y su cargo se lo dio él. Mosqueira tendría que haber viajado a Buenos Aires por gestiones y no quiso, por eso lo hacía Jaquelina”, apuntó.
Cuando comienzan las denuncias públicas sobre estos hechos, Otarola remarca que “Arcioni sabía lo que pasaba y me dijo que haga una conferencia de prensa para aclarar todo porque teníamos mucho embate, principalmente de medios de la cordillera”.
Fuente: Jornada