El asesinato tuvo lugar en la ciudad de Córdoba y según trascendió, ocurrió tras una discusión en la vivienda del acusado, donde se encontraron pruebas contundentes que vincularon a la víctima con el lugar, como un anillo, cabellos rubios y ropa húmeda en el lavarropas. A su vez, las cámaras de seguridad captaron a Néstor Soto trasladando el cuerpo sin vida al vehículo, lo que refuerza la acusación de homicidio calificado por alevosía y violencia de género.
La autopsia confirmó que Catalina murió estrangulada después de ser brutalmente golpeada, y su cuerpo presentaba quemaduras que, según los investigadores, fueron infligidas post mortem en un intento de borrar evidencias mediante el incendio del automóvil.
El joven acusado confesó el crimen a la policía, alegando que la víctima era “el amor de su vida”, lo que inicialmente llevó a caratular el caso como homicidio simple. Sin embargo, la gravedad de los hechos y las pruebas recopiladas llevaron a recalificar el delito a femicidio.
A casi cuatro meses del asesinato de la joven influencer Catalina, Jeannette Soto, madre de Néstor Aguilar Soto, rompió el silencio y defendió a su hijo, el principal acusado del crimen. En una entrevista con el medio ElDoceTV, la mujer aseguró que “no fue un femicidio, sí un homicidio” y atribuyó el ataque a una crisis emocional que, según ella, su hijo no pudo controlar.
“Lo que le pasó a Néstor pudo pasarle a cualquiera”, sostuvo, aludiendo al “estrés académico” y al estado emocional que él atravesaba en ese momento.
Néstor Aguilar Soto, de 21 años y estudiante de Arquitectura, era compañero y amigo de Catalina, a quien, de acuerdo con la acusación, mató en su departamento y luego abandonó en el auto de la víctima. Según la madre, el vínculo entre ellos no era romántico ni obsesivo, y Néstor “la quería como amiga”. Jeannette negó cualquier relación violenta o acosadora entre ambos y afirmó que su hijo nunca había tenido problemas de conducta o antecedentes de violencia. “Néstor nunca acosó a nadie, siempre fue un joven ejemplar”, dijo.
Durante la entrevista, Jeannette se mostró conmovida y expresó que la familia de la víctima “no nos va a alcanzar la vida para pedirles perdón”. También mencionó que, debido a limitaciones económicas, no pudo ofrecerle a su hijo el apoyo psicológico necesario para manejar la presión que le causaba su carrera universitaria.
Aguilar Soto enfrenta cargos por homicidio calificado por alevosía y violencia de género, con una pena que podría ser de cadena perpetua. Las declaraciones de su madre, sin embargo, generaron controversia por su intento de desmarcar el caso de un contexto de violencia de género, una perspectiva que muchos consideran insensible hacia la gravedad del crimen.