“¿Por qué te mató, papi? ¿Por qué a vos? No te metías con nadie, papito”. Con esas palabras, Pedro Quilodrán despidió en redes sociales a su padre, Pedro Segundo Quilodrán, un peón rural de 43 años asesinado en una estancia de Ricardo Rojas, Chubut. El joven, que vive en Comodoro Rivadavia, expresó su dolor y prometió justicia: “Nosotros nos vamos a encargar de esa maldita persona que te sacó la vida”.
El crimen ocurrió cuando Quilodrán fue a la estancia a arrear caballos salvajes. Carlos Omar Llaipen, de 66 años, quedó detenido tras confesar que le disparó, aunque alegó que fue un accidente. Sin embargo, la fiscal Andrea Vázquez descartó su versión y lo imputó por “homicidio doblemente agravado por alevosía y uso de arma de fuego”, asegurando que actuó con intención y aprovechando la indefensión de la víctima.
El juez penal Ariel Quiroga formalizó la investigación y ordenó la prisión preventiva de Llaipen por seis meses. Mientras tanto, el hijo del peón rural lo recordó con un sentido homenaje: “Te voy a amar y extrañar toda la vida, pa. Seguí en el cielo corriendo unas yeguas, pegando unos gritos con tus perros, agarrando algún puma, jineteando. Volá alto, mi campeón”.