Gastón Bordier, abogado de la denunciante, había solicitado la prisión preventiva del intendente de Trelew, Gerardo Merino, pero la solicitud fue desestimada porque la jueza María Tolomei consideró que aún no existen pruebas suficientes para justificarla en la etapa actual de la investigación.
En este contexto, Claudia Ibañez y Guadalupe Serafini, representantes del Ministerio Público Fiscal, argumentaron que el caso se encuentra en una fase de investigación preliminar, destinada a reunir pruebas que permitan confirmar o desmentir la posible existencia del hecho denunciado.
En este marco, se solicitó la realización de un psicodiagnóstico y otros informes adicionales. Además, se ofreció a la denunciante el servicio de asistencia a la víctima del delito, una oferta que fue rechazada, ya que la denunciante indicó que cuenta con el apoyo de su propio psicólogo.
VIRALIZACION DE VIDEOS
La fiscalía aclaró además que las entrevistas son video filmadas y esta no fue la excepción, lo que se resguarda para las partes y las únicas personas que tienen acceso a esa declaración es la agencia de delitos de abuso que ellas representan, la defensora y el propio Bordier, afirmando que si se dio la viralización de partes editadas de esa declaración, las mismas no se filtraron desde fiscalía, por lo que desde ese organismo se adoptaron las medidas necesarias para que la agencia de ciberdelitos investigue el origen de lo sucedido.
Más allá de esta situación, la jueza consideró la declaración válida y legal, al igual que la medida de investigación objetada por Bordier en lo que refiere al examen de psico diagnóstico solicitado para su clienta, contándose con dos peritos de partes. En tal sentido, la magistrada ratificó que se puede realizar ya que está permitido, siempre y cuando la denunciante no se oponga.
LA DENUNCIA
El 15 de noviembre pasado, una empleada municipal denunció en la Justicia a Merino por haberla acosado entre agosto de 2023 y comienzos de este año. Aseguró haber sido tocada en varias ocasiones sin su consentimiento en hechos reiterados que habrían comenzado en agosto de 2023, antes de que el intendente asumiera en el cargo. Adjuntó mensajes telefónicos de supuesto acoso, y agregó otra denuncia que tramita en el ámbito laboral por presunto abuso de poder. Concretamente, asegura haber sido perseguida en su trabajo y al mismo tiempo, haber sido víctima de abuso físico contra su integridad sexual.
La denunciante sostuvo que todo comenzó “el año pasado cuando Merino fue electo; me entero que quería sacar los contratos del municipio en el área de inspección donde me estaba desempeñando laboralmente, motivo por el cual hablé con él por teléfono y acordamos una reunión en los primeros días de agosto”.
Un día de agosto -no especifica cuál- la denunciante expresó que “en la noche (Merino) me escribe y me dice que estaba en su casa que queda en una chacra”, sobre la que describe ubicación, su amoblamiento y disposición interior. Allí concurrió a las 22.30.
Dijo la mujer que en la primera parte de la entrevista a solas con el intendente electo hablaron en la oficina sentados ante un escritorio sobre el tema laboral, luego de lo cual pidió un taxi y cuando se levantó para ponerse el saco, el acusado “se levanta; me pone contra la pared mi cara, dando contra la misma, apoyando su miembro contra mi cola y me pasa la nariz por mi cuello”.
Luego, en el exterior de la vivienda, Merino “hace lo mismo; pasa su cara por mis senos y me los toca; me sujeta la cola con las manos y me apoya su miembro en la parte de adelante”, luego de lo cual se aleja, “me pide perdón diciendo que es porque tengo un perfume muy rico y me insiste para que me quede”.
Relató la mujer que antes de subirse al taxi el intendente “pone la mano en la puerta para que no me vaya y después me deja salir y me dice que si cuento algo, no sólo yo, sino mis compañeros nos íbamos a quedar sin trabajo”.
Cuando llegó a su casa, la mujer dijo que vio que Merino le comentó un estado de WhatsApp, y “me manda un mensaje diciendo que lo disculpe si me puso incómoda (‘es que sos muy linda’) y que me podría haber quedado un poco más”.
De acuerdo al texto de la denuncia, la mujer afirma que “los mensajes continuaron hasta febrero, donde (Merino) me invitaba a su casa y otros que me ponían incómoda” y que “en los eventos que nos cruzábamos insistía en que nos teníamos que juntar”. Incluso en la inauguración de una farmacia en noviembre de 2023, “aprovechando que había mucha gente” la tomó de la cintura “por atrás apoyándome” y también en actos en la plaza y en el local partidario de la UCR.
Asegura la mujer que luego de asumir Merino el 10 de diciembre, ella comenzó a “tener problemas en mi trabajo, hostigamiento” y que el intendente ordenó “que me hagan un sumario administrativo a raíz de los hechos”.
Relata que se contactó con su abogado por una denuncia laboral y que luego de ese hecho, en la oficina de inspecciones en Ecuador 157, sus superiores Eduardo Gambuza y Sebastián Suquía la convocaron para hablar y “ahí Eduardo me tocó las lolas”.
Luego agrega que Merino “aprovechaba los momentos en los que me encontraba sola y nadie estaba mirando para hablarme y tocarme” y añade a la denuncia una constatación de mensajes telefónicos ante el escribano Julián Ojeda Ton en junio de 2024.