“Este pibe se peleó con todo el mundo. En el gobierno tenían esperanzas en él, pero defraudó a todos; y su propio gremio salió a putearlo”, dijo a Letra P una fuente del sector de aeronavegación para ilustrar el desborde que atraviesa Flybondi, la low cost que pretende salvar a Aerolíneas Argentinas. Las críticas recaen sobre el ceo de la empresa, Mauricio Sana.
La Secretaría de Transporte, a cargo de Franco Mogetta, le dio un ultimátum a Flybondi para que mejore el servicio y está evaluando si le aplica sanciones a partir de la cantidad de cancelaciones que se registraron en diciembre.
A fin de año, en muchos aeropuertos se repitieron las escenas de reclamos en las ventanillas de la compañía aérea.
Sana es ingeniero en Sistemas egresado de la Universidad Nacional de Colombia y tiene 20 años de experiencia en la industria de la aeronavegación. En su país natal, trabajó en la empresa Copa Airlines y tuvo un cargo de rango menor en Aerolíneas Argentinas en 2011, pero no le fue bien. En 2019, volvió a Argentina para convertirse en ceo de Flybondi.
LA ADVERTENCIA DEL GOBIERNO
“Prácticamente se peleó con todos los empleados, incluso en estos días terminaron corriendo al jefe de Operaciones que había elegido él”, detalló una fuente que conoce el funcionamiento de la compañía. A Sana lo acusan de “vender pasajes y no tener aviones”.
El ingeniero colombiano es especialista en pricing, la teoría que busca el equilibrio entre precios, rentabilidad y servicio a las personas usuarias. Es la esencia de la aeronavegación de bajo costo. Sana tiene un credo: “Los aviones tienen que viajar llenos”.
Quienes entienden del negocio aseguran que los pasajes baratos tienen explicación. "Se trata de un desglose de la tarifa: publicitan el precio mínimo y una vez que la gente se acerca al avión, van sumando costos extras. Hay mucho marketing", explican.
El lema de Flybondi es “que los pasajeros vuelen más”, pero ese relato no conjuga con la realidad: solo en noviembre, registró 384 cancelaciones de vuelos y hubo otros 700 reprogramados de un total de 1.991 que tenía en sistema.
Mogetta ya se reunió con Sana y le pidió que, “ante cada reprogramación, al menos cumpla en avisar a los pasajeros con 48 horas de antelación, como lo prevé la industria”.
UNA EMPRESA BAJO SOSPECHA
“Si no mejoran el servicio, el gobierno puede sacarle rutas que tiene adjudicadas y ofrecerlas a otras empresas que busquen cubrirlas en el contexto de las políticas de desregulación del sector”, dijeron a este medio fuentes oficiales.
En el sector no entienden cómo Sana dejó dos aviones parados en Costa Rica, otros dos en México y una quinta aeronave de Aerolíneas Argentinas; todas por falta de pago de chequeos y servicios de mantenimiento.
Al mismo tiempo, la aerolínea privada más grande de Argentina incorporó cuatro aeronaves de Europa para la temporada de verano con el formato llamado “ACMI”, que implica que el avión se alquila con tripulación extranjera, servicio de mantenimiento y seguros.
Pilotos agrupados en la Asociación de Trabajadores Aeronáuticos de Flybondi (ATAF), el gremio propio, le reclamaron a la empresa por la utilización de “tripulaciones extranjeras en el mercado aeronáutico local" y le cuestionaron que "les otorgue mejores condiciones de trabajo que a sus propios pilotos”.
La fuente consultada por este medio especificó que “el ACMI es un formato muy caro, cuesta u$s 4.000 por hora de vuelo y por eso quedó en guerra con sus propias tripulaciones a las que les restan horas de trabajo porque vuelan menos".
"Incluso a los capitanes de los aviones extranjeros les pagan los traslados hasta los aeropuertos y a los locales no", planteó.
Un piloto que vuela este tipo de aeronaves advirtió que las cancelaciones de vuelos pueden estar relacionadas con determinadas falencias de las máquinas. A modo de ejemplo, citó que “muchos aviones tienen limitados la potencia de los motores de sus turbinas".
"Cuando necesitás empuje para despegar, la turbina llega a su temperatura límite antes de desarrollar toda la potencia. Por eso, muchos aviones necesitan más recorrido para despegar y levantan al final de la pista”, graficó.
Los dueños de Flybondi son un conjunto de fondos de inversión que encabeza el estadounidense Cartesian Capital Group. La empresa da trabajo a casi 1.500 personas en el país y vuela a 19 destinos domésticos: Buenos Aires, Bariloche, Corrientes, Córdoba, Jujuy, Mendoza, Mar del Plata, Neuquén, Posadas, Iguazú, Salta, Santiago del Estero, San Juan, Trelew, Tucumán, Puerto Madryn, Ushuaia, El Calafate y Comodoro Rivadavia. También a tres destinos internacionales en Brasil: Río de Janeiro, San Pablo y Florianópolis.
Fuente: LetraP