Tim Ballard, el asesor de Canosa que busca recuperar prestigio

El afirma que dejó su carrera para dedicar su vida a rescatar niños de las garras de traficantes, pero su historia real parece ser muy diferente.

El nombre de Tim Ballard, desconocido para buena parte del público argentino hasta hace poco, comenzó a circular con fuerza en los medios locales a partir de una sorpresiva mención de Viviana Canosa. En un giro inesperado dentro de sus denuncias mediáticas contra Lizy Tagliani, Canosa reveló que había recibido asesoramiento de un “especialista en trata de personas” para sustentar sus acusaciones.

Ese especialista no era otro que Ballard, el exagente estadounidense devenido en figura mediática de la derecha global.

Tim Ballard no solo fue citado por la periodista, sino que pisó suelo argentino a comienzos de este año. En febrero estuvo en Mar del Plata, donde, según informaron algunos medios, colaboró con autoridades locales en una supuesta operación para desmantelar una red de pedófilos.

También mantuvo una reunión privada con el presidente Javier Milei, quien ha mostrado un fuerte alineamiento con figuras de la ultraderecha estadounidense como Donald Trump. La visita de Ballard, sin embargo, no fue casual ni aislada. Formó parte de una estrategia de legitimación y propaganda en la que convergen política, religión, negocios y medios.

DE ESPIA MORMON A FIGURA DE HOLLYWOOD

Timothy Ballard construyó su figura pública sobre una narrativa de redención y valentía. Según su versión, dejó una cómoda carrera en organismos de inteligencia de Estados Unidos —incluyendo la CIA y el Departamento de Seguridad Nacional— movido por la necesidad de luchar contra la trata infantil. En 2013 fundó Operation Underground Railroad (OUR), una ONG que prometía rescatar niños esclavizados por redes de explotación sexual.

Con un discurso emocional, centrado en la figura del padre protector y adornado con frases simples, pero efectivas como “¿dejarías que abusen de tu hijo?”, Ballard se transformó en una celebridad entre sectores conservadores. En 2023 su historia fue llevada al cine con la película Sonidos de Libertad (Sound of Freedom), producida por el actor y activista mexicano Eduardo Verástegui, uno de los principales referentes de la derecha religiosa en América Latina.

El filme, presentado como basado en hechos reales, fue un éxito inesperado en la taquilla, con más de 250 millones de dólares recaudados. En él, Tim Ballard es retratado como un héroe incansable que, tras dejar su cargo gubernamental, continúa liderando arriesgadas misiones para salvar menores en América Latina. Sin embargo, con el auge de su popularidad también comenzaron a emerger sombras profundas.

DENUNCIAS, ABUSOS Y OPERACIONES CUESTIONADAS

Mientras Ballard era elevado al altar del heroísmo conservador —recibiendo premios en eventos religiosos y políticos, como el “Patriota Heroico” en Mar-a-Lago, residencia de Trump—, las denuncias en su contra comenzaron a acumularse. En su propio estado, Utah, las autoridades judiciales iniciaron investigaciones en 2020 por posibles fraudes en la recolección de fondos. Se lo acusó de haber inventado rescates inexistentes para captar donaciones millonarias.

Pero lo más grave llegó poco después. Diversas mujeres que trabajaron en su organización comenzaron a denunciar abusos sexuales, manipulaciones y amenazas. Jordana Bree Righter, exmilitar y experta en trata de personas, reveló que Ballard repartía dinero a proxenetas para incentivarlos a conseguir menores, sin ningún tipo de control institucional. Otras mujeres, como la exMiss Utah Amy Morgan Davis o la estilista Kira Lynch, denunciaron haber sido obligadas a mantener relaciones sexuales con Ballard bajo amenazas religiosas y psicológicas.

La periodista Celeste Borys aseguró que fue forzada a participar de una orgía con adolescentes durante una operación en Ecuador. Ninguna de las denunciantes fue parte real de rescates de niños, y varias afirmaron que nunca conocieron a las supuestas víctimas que la ONG decía haber liberado.

Actualmente, hay seis causas judiciales abiertas contra Ballard en Utah por violación, abuso sexual y amenazas. Frente a estas denuncias, él sostiene que se trata de mentiras urdidas por redes de trata para destruir su reputación. En junio de 2023, dejó su cargo en la fundación OUR, mientras la Iglesia Mormona —a la que pertenece— se desmarcaba públicamente de sus acciones, calificándolas de “moralmente inaceptables”.

ENTRE ABUSADORES Y SECUESTRADORES

Las controversias no se detienen en Ballard. La propia película que catapultó su imagen global fue financiada por personajes con serios antecedentes judiciales. Paul Hutchinson, uno de los financistas y presunto “operativo” de rescate, fue denunciado por manosear a una adolescente desnuda en una operación en México. Según testigos, Ballard conocía estas conductas, pero justificaba su presencia por el dinero que aportaba.

Otro productor del filme, Fabián Marta, fue arrestado en julio de 2023 por el secuestro de un menor de 14 años. A pesar de ello, siguió siendo presentado como benefactor del cine “con conciencia social”. La película, así, pasó de denunciar la trata infantil a convertirse en una producción financiada por individuos acusados de practicar exactamente aquello que decían combatir.

LA HISTORIA TERGIVERSADA DE KELLY SUAREZ

Uno de los elementos más cuestionados del relato de Ballard es la historia que dio origen a Sonidos de Libertad. En la trama aparece una mujer afrocolombiana, presentada como líder de una red de trata. Según el mismo Ballard, el personaje se inspiró en Kelly Suárez, una bailarina y modelo humilde que fue detenida por error en una operación con agentes estadounidenses. Suárez pasó un año presa hasta que se reconoció que no tenía vínculo alguno con una red delictiva. Aun así, su nombre aparece en la película como símbolo del mal.

Hoy Suárez está libre y ha iniciado acciones legales contra Ballard por difamación y daño moral.

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