Veterano de guerra cordobés presentó su "Diario de Malvinas"

Jorge Racca reproduce apuntes que escribió durante los 77 días que permaneció en la isla Gran Malvina.

Jorge Racca es oriundo de Brinkmann, pequeña localidad ubicada en el noroeste de la provincia de Córdoba, donde llegó a ser concejal y luego Intendente por el radicalismo.

En 1982 era tenía 18 años y cumplía con el servicio militar obligatorio en el Regimiento 8 de Infantería con asiento en Comodoro Rivadavia integrando una compañía que fue enviada el 6 de abril al archipiélago.

La misma estuvo una semana en una zona adyacente a Puerto Argentino (Isla Soledad) y luego fue destinada a cubrir posiciones en Bahía Zorro (Gran Malvina).

Antes de partir, un suboficial les entregó papeles de carta y lapiceras a los soldados para que escribieran sus vivencias, indicándoles que como conscriptos iban a ser historia, pero sin imaginar la real dimensión de lo que sobrevendría al estallar el conflicto bélico.

Racca, quien actualmente tiene 62 años, llegó este miércoles a Caleta Olivia, acompañado por otros dos veteranos de guerra de su misma provincia: Carlos González (oriundo de Laguna Larga) y Enrique de la Vega (de Alta Gracia).

Todos ellos estuvieron este martes en el RI8 para exponer sus vivencias y hoy hicieron lo propio en la sede del Centro de Veteranos de la ciudad del Gorosito brindando una charla abierta a toda la comunidad y de manera particular Racca expuso sobre el libro de su autoría.

Fue recibido por dos veteranos locales, Pablo Carrizo y Héctor Orquera, y el vecino Héctor Rivera, ferviente difusor de la causa Malvinas (foto).

Previamente, en diálogo con El Patagónico, Racca comentó que integró una de las dos patrullas de exploración de su compañía con la misión de buscar indicios de presencia de tropas británicas en la Gran Malvina.

Solo tenía dos meses de instrucción básica y la situación más extrema que le tocó vivir ocurrió en la noche del 9 de mayo, cuando murieron tres soldados al incendiarse una casa de campo donde pernoctaban.

VIVENCIAS

Respecto a sus apuntes, dijo que anotaba las situaciones y vivencias diarias, como las referidas a las guardias, caminatas de vigilancia, comidas que les daban, pero nunca hacía referencia a la posibilidad de perder la vida ya que “yo siempre tuve fe de que iba a volver, más allá de que muchas veces pasamos hambre, frío y también tuvimos miedo”.

Muchos años después, en 2007, volvió a las Malvinas y esta vez llegó hasta el cementerio de Puerto Darwin para rendir homenaje a los camaradas caídos en combate.

Además, contrató un servicio especial para cruzar el estrecho de San Carlos y retornar a la Gran Malvina y ubicar tanto el pozo de zorro donde hizo su última guardia, como un pequeño galpón de estancia en el cual junto a sus compañeros compartió la última comida en la noche del 14 de junio, cuando finalizaron las acciones bélicas.

Finalmente, al volver a hacer referencia a su libro, apuntó que ya lo presentó en más de 50 ciudades y pueblos, dedicándolo de manera especial a sus hijos y a sus padres, como así también a las nuevas generaciones de argentinos, aportando un testimonio que contribuye a seguir generando conciencia sobre la defensa de nuestra soberanía.

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